21/05/2024 - Las exportaciones catalanas bajan significativamente en marzo
Las importaciones también descendieron un -12,6% respecto a marzo del año pasado y alcanzaron los 8.993,5 millones de euros.
En el mes de marzo, las exportaciones catalanas de mercancías disminuyeron un -20,4% con respecto a la cifra del mismo mes del año anterior, alcanzando los 8.259,3 millones de euros, frente a la del conjunto de exportaciones españolas (-19,2%). Por consiguiente, el peso de Cataluña respecto del volumen total de las exportaciones españolas (31.450,5 millones de euros) representó el 26,3%. El sector químico, primera rúbrica industrial en términos de comercio exterior, sigue siendo el de mayor peso relativo de las exportaciones catalanas (28,5% de total), seguido del sector de automoción (17,5%), alimentación, bebidas y tabaco (14,9%) y bienes de equipo (14,6%). En todos ellos los descensos han resultado significativos.
Las importaciones catalanas en marzo alcanzaron los 8.993,5 millones de euros, dato que supone un descenso de -12,6% con respecto a la cifra del mismo mes del año anterior, 1,8 puntos porcentuales inferior a la de las importaciones españolas, cuya tasa de variación fue de -14,4%. En consecuencia, el peso de Cataluña creció hasta el 26,9% del total de las importaciones españolas (33.476,7 millones de euros).
El saldo comercial de Cataluña registró en marzo de 2024 un déficit de -734,2 millones de euros, en contraposición al registrado en el mismo mes de 2023 (superávit de 94,6 millones de euros con datos provisionales).
Por lo que se refiere a los datos acumulados en el período enero-marzo de 2024, las exportaciones de Cataluña decrecieron un -9,3% respecto del mismo período en 2023 hasta alcanzar 24.249,9 millones de euros (26% del total de las exportaciones españolas). Por su parte, las importaciones acumuladas de Cataluña supusieron 26.426,1 millones de euros (26% del total de España), con una disminución de -9% respecto del mismo período del año anterior, superior al de las importaciones de toda España (-7,1%).
El análisis de estos datos exige ponerlos en el contexto de una situación macroeconómica global plena de incertidumbres ligadas a la persistente inflación de precios con alta volatilidad en los mercados energéticos y de materias primas, las tensiones logísticas y las discontinuidades en cadenas de suministro, los tipos de interés asociados a elevados niveles de deuda con impacto en decisiones de inversión tanto pública como privada en una buena parte de las economías mundiales pero con mayor incidencia en nuestros principales mercados como es el caso de la Unión Europea, y, por supuesto, la reconfiguración de flujos comerciales asociados a los conflictos armados en Ucrania y Gaza. Una incipiente fragmentación del comercio global podría estar afectando al crecimiento económico mundial y muy especialmente al de la Unión Europea.