El presidente del COACAB señaló en el encuentro navideño de la Comunidad Portuaria de Barcelona que “la gran preocupación de nuestro colectivo a lo largo de este año ha sido la Ley antifraude, que perjudicaba de forma flagrante nuestros intereses”.

El 14 de diciembre, el Port de Barcelona celebró el tradicional encuentro navideño de la Comunidad Portuaria de Barcelona en la Llotja de Mar, contando con la presencia del presidente del Port de Barcelona, Damià Calvet, y de los presidentes de las asociaciones del sector: Antonio Llobet, Colegio de Agentes de Aduanas de Barelona; Jordi Trius, Associació d’Agents Consignataris de Vaixells de Barcelona; y Javier Vidal, Asociación de Empresas Estibadoras Portuarias de Barcelona. El presidente de la Asociación de Transitarios de Barcelona, Emili Sanz, no pudo asistir. Por seguridad, el evento se retransmitió en streaming para el resto de la Comunidad Logístico-Portuaria de Barcelona.

El presidente del Port de Barcelona destacó que los principales protagonistas de la actividad portuaria son, precisamente, los profesionales que forman parte de esos colectivos, porque “más allá de la presidencia y de las instituciones, hablamos de una comunidad portuaria formada por 500 empresas del puerto, más de 37.000 trabajadores y por las asociaciones que los representan a todos”.

Damià Calvet también habló de los grandes retos que afronta el puerto durante los próximos años, dado que “tenemos que desplegar el IV Plan Estratégico del puerto de Barcelona que nos tiene que permitir ser un puerto que ponga todo su potencial al servicio de la comunidad, pero sobre todo al servicio del territorio y de la innovación, generando prosperidad, bienestar y sostenibilidad”. En este sentido, Damià Calvet afirmó que es necesario “ir realizando proyecto tras proyecto para conseguir un puerto con más capacidad, más eficiencia y más sostenibilidad, al servicio de la economía, al servicio de la ocupación y al servicio de la vida”.

La intervención de Antonio Llobet, presidente del Colegio Oficial de Agentes de Aduanas y Representantes Aduaneros de Barcelona, sirvió para recordar que “la gran preocupación de nuestro colectivo a lo largo de este año ha sido la Ley antifraude, que perjudicaba de forma flagrante nuestros intereses”. En el supuesto que se hubiera aprobado, “habríamos sufrido un gran impacto económico y se hubieran perdido unos 10.000 puestos de trabajo”. Añadió que “gracias a la ayuda de muchas administraciones, como la Autoridad Portuaria de Barcelona, hemos conseguido cambiar esta Ley en el Parlamento español. Este ha sido el gran logro de nuestro colectivo durante este año”.

Antonio Llobet terminó recordando que, hace dos años, el Colegio de Agentes de Aduanas de Barcelona cumplió 125 años de historia pero que, por la pandemia “no lo hemos podido celebrar debidamente”.